El diario ABC entrevista a nuestro socio Carlos Cuesta acerca de la situación del sector de la automoción por la crisis del COVID-19

El diario ABC ha entrevistado a nuestro socio Carlos Cuesta para hablar del estado del sector de la automoción en España, en plena pandemia.

Cuesta ha señalado que la constante campaña política de desprestigio hacia la combustión tradicional de vehículos que ha protagonizado los últimos años ya estaba calando fondo en la inestabilidad del sector y, ahora, “el coronavirus es un revulsivo, acelera el desastre” ya que “las políticas demonizadoras del diésel y la gasolina dieron lugar a una incertidumbre que se vio agravada por la expansión del virus.”

Asimismo, ha querido destacar que España es la única potencia europea que no baja impuestos al coche para evitar una recaída económica. En este sentido, Cuesta afirma que, por su parte, “la patronal automovilística FACONAUTO plantea un modelo de incentivos fiscales que ayude a la renovación del parque móvil”, puesto que “no puede ser que un vehículo nuevo pague los mismos impuestos que uno viejo y, en consecuencia, más contaminante.” Por ello, aplicando lo propuesto por la patronal, “se estaría consiguiendo el doble objetivo: el económico y el ecológico.”

En la misma línea, Cuesta asegura que “los coches eléctricos son una gran opción” sin embargo, “solo para quien pueda permitírselos, ya que tan solo el 19% de las familias puede costearse uno de estos automóviles.” Además, añade, “la infraestructura española no está preparada.”

En cuanto a la evolución del mercado automovilístico, el abogado es claro “la previsión no es buena” porque “existen varios factores que están golpeando, a veces sin ningún sentido, a un sector de vital importancia para el tejido empresarial de España; ya que, por detrás de la hostelería y el turismo, esta industria es determinante en la recuperación del país.” Ahora bien, “el poder adquisitivo ha bajado y la insuficiencia de incentivos al consumo no ayuda.”

En referencia a la toma de decisiones al respecto de este sector en el resto de países europeos, Cuesta afirma que “España debería emular las medidas adoptadas por otros países” porque “desde Bruselas, lo que se pide es una reducción de los impuestos.” Sin embargo, “Moncloa ignora las recomendaciones y las actuaciones de países del entorno” y “la única forma de reactivar una economía es incentivar el consumo y la inversión, y esto pasa por una estrategia fiscal siempre”. Por lo tanto, no puede olvidarse que “si no bajan los impuestos, el consumo y la inversión se reprimen, lo que se traduce en una depresión económica.”

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